martes, 6 de enero de 2009

Olvidando

Mi estilo de vida se basa en el olvido. Dejo en el pasado todo, viviendo solo en el presente. evitando así comparaciones, meditaciones que no deseo. Olvidando los fracasos, y convenciéndome de que no necesito de nada ni nadie.
Pero, hoy me di cuenta de un pequeño detalle; al vivir en el olvido, caen por igual los malos recuerdos... como los buenos.
Sí, un detalle simple como ninguno. una falla visible desde cualquier perspectiva. Y sin embargo, para este modo de vida que tomé sin desear, una barrera inconsciente de mi cuerpo... fue imposible de ver.

Ya no quiero olvidar. Pues hoy, he recordado cosas que había dejado de lado. Cosas que me hicieron tan feliz en momentos donde no había más que tinieblas. Una alegría tal, que generaba luz para iluminar mi mundo entero.

Podré buscar aislarme del mundo todo cuanto quiera; pero, he de recordar que mi época más feliz en largo tiempo... fue cuando dependía de alguien. o mejor dicho, de un algo. lleno de alguienes.

Esto genera una nueva meditación, que pone al decubierto grandes defectos a mi modo de vida. vale la pena seguir permitiendo este olvido?

jueves, 16 de octubre de 2008

Cuando ataca la Indiferencia

Llega un momento donde, sin razón aparente, sentimos que dejamos de sentir. Sentir... solo allí nos damos cuenta de la bendición que es poder sentir, sea lo que sea que ocurra a nuestro alrededor. Recuerdo haber deseado muchas veces el poder ser indiferente, el poder crear una coraza protectora que rodeara mi corazón. Y no me dejara sentir ningún dolor. Extraño... años después de haber tenido esos utópicos deseos, los veo convertidos en realidad.
Solo alguien que haya sentido lo mismo que yo, es capaz de comprender lo extraño que es este modo de vida. Pasan las alegrías, los dolores, las tristezas... cada ínfimo sentimiento que caracteriza nuestra vida diaria, pasa por el costado tocándonos apenas. Quienes no lo han sentido, se reirán y dejarán de leer, incapaces de creer que algo así sea posible. Lo he visto. Y, sin embargo, Lo es.
Una profesora me dijo una vez, que para expresar una idea lo mejor es buscar una metáfora. Entonces... busquemos una para esta: un molino movido por el viento. El molino, tan duro y largo como se le ve, necesita de la presencia de mucho viento para poder generar un poco de movimiento en sus brazos. La suave brisa choca contra él, pero en el mejor de los casos conseguirá un leve movimiento completamente momentáneo. ¿Y luego? El molino volverá a quedar estático, sin guardar el recuerdo del movimiento anterior. Así mismo como ese molino somos y fuimos aquellos que por momentos no sentimos nada. Expresamos emociones, lágrimas, gritos... pero al rato, dejan de tener sentido. he visto perderse en el vacío tanto buenos como malos momentos, todos aplazados por la monotonía de una vida sin gran sentir. Solo hay uno, un solo sentimiento que encontré aun vivo y perdurable: El temor. el temor... ese miedo a quedarme así para siempre. De no volver a sentir nada de nada por el resto de mi vida.

Una vez me dijeron que el sentir esto mismo que describo era parte de la adolescencia, que ese clásico dicho de que a los adolescentes no les importa nada, no era por que se metieran dentro de su papel de "rebeldes"; sino, justamente por que sentían lo mismo que yo, esta indiferencia a la vida. No lo creí. ¿Cómo podían sentir todos lo mismo? ¿Cómo podía ser tan normal dejar de sentir? Nunca me habían hablado de eso, y sí que he tenido muchas charlas respecto a la adolescencia. Tampoco me ha hablado nadie nunca de que sintiera algo similar. Imposible: era algo que iba más allá de lo normal.

y de repente... de un momento al otro... parece haber pasado. Cuando ya cerré todas mis historias, todo aquel intento de arte que realizaba, todo lo que necesita urgentemente de la presencia de sentimientos para poder desarrollarse, y ser algo más que textos científicos, Ensayos escépticos... Todo acaba. ¿Será entonces realmente una etapa? ¿será una etapa propia de todos? ¿O tal vez, una etapa por la que pocos pasamos? ¿Es algo normal? ¿Es, realmente... comprendida y vivida por alguien más que no sea yo?

La respuesta a cada una de estas preguntas, la desconozco. Solo sé que, justamente cuando dejé de partirme la cabeza en busca de la solución, de esta verdad filosófica que está en mi esencia buscar... fue entonces cuando pasé las semanas más tranquilas y felices de toda mi vida.

lunes, 11 de agosto de 2008

La Soledad

Soledad... al leer esta palabra, seguramente acuden a sus mentes imágenes y pensamientos tristes, dolorosos. el reflejo del fracaso, el abandono. He aquí otro típico mito occidental. Pues, finalmente es la Soledad la que nos vuelve grandes.
El ser humano es por naturaleza un ser social, eso es cierto. Pero esto no quiere decir que deba vivir cada segundo de su vida atado a la compañía de alguna otra persona. Vivimos huyendo de esos momentos en los que estaríamos en soledad, llenando nuestras mentes con labores o preocupaciones, buscando la constante compañía de alguna persona... ¿Por qué le tememos tanto a la quietud y tranquilidad de la Soledad? ...¿Qué es lo que esperamos encontrar allí? A nosotros mismos.
Tal como se dice en el libro "El Caballero de la Armadura Oxidada", nombre del autor no recordado... es en el silencio donde el ser humano se descubre a sí mismo. en este caso, silencio y soledad son lo mismo. ¿Por qué? pues es sólo en la quietud de la soledad donde podemos verdaderamente quitarnos todas nuestras máscaras sociales, y dejar al descubierto nuestros fantasmas. la silenciosa compañía del otro sería suficiente para cortar este momento de búsqueda y mejora personal, este crecimiento tan necesario para cada ser humano. Pues quien más se conoce, tiene más herramientas para buscar su propia felicidad. Sabe mejor qué mejorar, y qué desear.

Es común rechazar la Soledad; yo misma le escribí varios poemas otrora, con aquella temática. Pero si hay algo que he de agradecer tras la muerte de mi abuela, fue el recuperar ese cariño singular hacia la Soledad. Soledad que en su justa medida, tal como cualquier otra cualidad, es una bendición.

miércoles, 6 de agosto de 2008

La Felicidad en la Ausencia

Mirar más allá de nuestras narices es algo que toma más tiempo del que debería. Pasamos la vida entera buscando salir de nosotros mismos, dejar de lado nuestros propios problemas y preocupaciones para poder adquirir una visión más amplia de lo que denominamos realidad. Queremos conocer y saber del otro, para así poder afrontar nuestros fantasmas mejor preparados... y tal vez, dar a su vez la mano a algún otro que no lo haya logrado. Dependerá del modo de ser de cada persona cuánto deseo sienta hacia la entrega de esta ayuda. Y, solo después de alcanzar este Margen singular, el hombre puede alcanzar finalmente la felicidad. pero no se me malentienda; la felicidad no es la constante presencia de la alegría. No; hablo de Felicidad como un modo de ver la vida, una visión que logra colorearla sin importar qué tan difíciles se vean las cosas.

Algo tan trascendental como esta habilidad, debería ser enseñado y motivado como parte fundamental en la educación y el crecimiento de cada persona. Pero, ¿Hay acaso algun colegio que intente motivarlo realmente? El mundo occidental actual actúa solo movido por la codicia y la pérdida de tiempo. La competitividad te impulsa a cultivarte siendo el mejor, y el que obtenga mayores ganancias. Pero al final, ¿Eres el mejor en qué? ¿El mejor empresario... o el mejor candidato a suicida?

viernes, 13 de junio de 2008

La Hermosura del Mundo

Día a día, si le permitimos al mundo que lo haga, la realidad nos golpeará el rostro. Y nos daremos cuenta de todas esas cosas que vemos cada día, y que no apreciamos. Como humanos, cuesta mucho darnos cuenta de algo más que los defectos de la vida, que las pequeñeces que nos molestan... cuando, el mundo brilla entre la niebla que nosotros mismos hemos colocado. Una fría mañana, en vez de alegar por la ausencia de calor... ¿han observado el celeste cielo, la formación de nubes? tenemos la bendición de ser concientes de los colores, de observar un mundo que cada mañana florece y surge. las montañas son hermosas en sus tonos verdes y castaños, si les damos la oportunidad. Aun el mismo desierto guarda su misterioso encanto, oculto entre la sequedad de su existir. ¿han observado las mil y un tonalidades, las formas ocultas? dentro de sus áridas tierras, se esconde una era atemporal, que abre sus brazos y recibe a quien quiera aventurarse a observarle.
Bello es el mundo, que se nos muestra cada día. Cada aroma, cada sabor, cada alegría. he aquí otro gran secreto para alcanzar la felicidad: dejar de lamentar las pequeñeces, y observar la macroestructura latente y viviente que nos acoge. Pues es bella, y merece nuestra más sincera y única admiración.

sábado, 24 de mayo de 2008

En el Lugar Equivocado

¿Qué pasa cuando no encajamos en la realidad que nos ha tocado vivir? ¿Qué debemos hacer si, sin importar cuánto luchamos... al final es evidente que las cosas simplemente no pueden ser tal como queremos? Hace no mucho un sabio profesor me dijo "el humano sufre por que se resiste a aceptar lo que le ha tocado vivir. Por ejemplo, si estás molesto por estar en la micro/colectivo, es por que te resistes a estar allí. Prueba aceptar lo que te toca, asumir que estás allí; y verás que todo el sufrimiento se desvanece." Desde entonces, cuando recuerdo aquellas palabras, he tratado de aplicarlas. Pero es difícil acostumbrarse a aceptar la realidad, pues has realidades que uno simplemente se rehusa a aceptar.
Yo sé que soy un híbrido; una mezcla entre lo uno y lo otro, ni blanco ni negro: sólo gris. Pero en un mundo de blancos y negros, un gris como yo no tiene lugar. Si uno se aferra a lo negro, la parte blanca de uno sufre, y viceversa; ¿Qué se puede hacer entonces? ¿Aceptar la realidad de no encajar por completo en ningún lugar, de tener que vivir con un pie en un mundo y con el otro fuera? ¿Aceptarse como ser dividido, asumir que habrá cosas que sólo se podrá contar a algunos, y las otras a los otros? Tal vez sea cierto....

....Pero no puedo acostumbrarme a no ser comprendida ni querida con todas mis características por nadie.

viernes, 23 de mayo de 2008

Soledad Humana

vida de hoy en día, la constante carrera que ya describí con anterioridad, nos ha forzado a convertirnos en entes solitarios. El "desarrollo" que nos trae el proceso, nos hace desear tener trabajos importantes, ser famosos y obtener mucho dinero. La publicidad nos embute el consumismo directamente al cerebro, y sólo puede conseguírsele con esa verde pasta. Pero eso no es de lo que venía a hablar; sino de la soledad de esta competitividad. Cuando quien te rodea puede ser tu rival, cuando vives planeando irte de tu país o ciudad para poder obtener una mejor educación o mejores opciones.... no hay más que irse preparando a la soledad, una soledad que de a poco nos va destruyendo. Por que el Ser Humano es por naturaleza un ser Social, que al no recibir afecto decae.